Catacerina

Curare

Hagamos una historia de Amor

Profanemos al olvido.

Quitémosle años a la vida:

Quiero dormir abrazando imposibles

Mi amor, déjame recostar mis pesadillas en tu pecho

 

Déjame saber que la vida dura lo que duran nuestros besos

Que en el tiempo se diluye fragmentos de felicidad

Una felicidad tan delgada,

Que se rasga cada vez que una mariposa muere sobre ella.

Esta utopía durara lo que dura

Un átomo de placer,

Pero vale la pena, morir, arriesgarse, lanzarme al vacío de tus brazos

Envenenada de tu aroma,

Tan ciega como de costumbre,

Tan preñada de lunas.

 

Sabes bien poeta que no soy más que el resultado

De mil y un soledades que aun rebeldes pesan en mis ojos

Que en mi cuerpo reposan heridas de batallas,

Mi cuerpo esta tatuado por los labios

De impertinentes inquilinos de momento

Que mi vientre es campo fértil

Donde nace la ortiga, la cicuta y el curare,

Que mis pechos se escurren goteras de dolor

De lágrimas de rió…

 

Esta rota mujer es la que te entrego

Poeta mío,

Píntate los sueños,

Con la profundidad de los tonos de tu mirada desértica

Pierde la conciencia en mí,

Déjame envenenarte con mi vientre,

Enreda tus manos en mis cabellos,

Enrédame el alma en tus labios

 

Me abriré ante ti

 

 Para que tranquilamente puedas romper mi alma de nuevo…