María B Núñez

Lola...

Lola…

 

Mi madre reposa bajo una alfombra de flores

sembró surcos de amor por donde ella pasaba,

su mirada limpia y serena calmaba tempestades

y en su andar fue dejando semillas de esperanza.

 

Con su dulce sonrisa hacia olvidar los enojos

ella fue sol para llevar calor donde hacía frío,

fue lluvia que regaba el pasto cuando estaba seco

era gota de rocío que calmaba la sed de mariposas.

 

Es una mujer que con sus manos construyó alegría

con su inmenso corazón supo dar amor y bondad,

generosa como ninguna no conocía la palabra egoísmo

si solo un pan tenía lo compartía con el más necesitado.

 

Ella es mi madre la cómplice de mis aciertos y virtudes,

un lucero brillante que alumbra mis pasos al andar,

el espejo que me dice de donde vengo y para donde voy

y la luz que iluminará por siempre mis noches y mis días.

 

María B Núñez