Ivan Medvedev

Madrugada taciturna

Pasó la tarde tormentosa

Y por el día relevada,

En la naciente madrugada

Se disolvió la dolorosa

Ardiente tarde despiadada...

La alba fresca despuntaba,

La alba fría y nublada

Tras el sopor nocturno vino,

La llaga vieja se callaba

Por el error y desatino,

Por la vileza causada,

La llaga vieja se cerraba...

Aquella brasa vespertina

Se extinguió en la divina

Vacía y tranquilizante

Callada hora matutina,

La hora fría y calmante...