Alfredo Daniel Lopez

Sin título

Sin título

 

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Se puso ese vestido color azul,
\"aquel del encaje y los hombros desnudos\".
Sacó del baúl de los pasos perdidos
el collar de nácar,
donde aún resonaba,
el ruido de las olas en la playa.
.

El cielo despejado y limpio,
le dio valor de mirarse al espejo
mientras sus largos dedos ya viejos,
simulaban el rasante vuelo del águila
para caer,
sobre sus labios secos
y dejar que el carmín,
dibujase sombras
que acompañasen el brillo
de esos ojos de zafiro,
testigos de mil y un mañanas...
mañanas que se han ido.
.

Aún tuvo tiempo de sonreir,
mientras escogía una gargantilla
que acompañar la soledad del momento,
recordar los bailes de verano
recordar los besos con sabor a miel,
recordar aquel amor primero;
que para ella fue el verdadero
.

Cogió la gargantilla
los aretes y la diadema
El pino siempre vive de pié y contento
aunque muera poco a poco por dentro...
y se sintió otra vez querida
y se sintió otra vez coqueta.
.

Feliz, lozana, radiante y fresca
aún joven y enamorada,
esperó la octogenaría
con la alegría del nuevo día,
que llegará la muerte a llevarla,
picoteando su feliz momento.
.

¡El Alpha y el Omega!
¡El principio y el fin!,
ella hoy muere, pero mañana
renacerá a una nueva vida.
.

La buena semilla siempre crece,
ni la roca, ni la mala hierba,
ni el ave que picotea, la detiene.
La vida nace cada día
y poco a poco de pié se muere.
.

Con la risa en los labios
y la locura en sus ojos,
abrazó con fuerza a la muerte,
mientras en su interior exclamó
¡Gracias Dios por la vida!
¡Gracias Dios por el amor!

.....

Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
12 - 09 - 2016