Llamarada

DESPERTÉ EN UN EXTRAÑO LUGAR

 *

Desperté en un extraño lugar de inmaculada blancura. Me pregunté ¿tal vez estoy muerto o, quizás soñando estoy? Se respiraba un silencio sepulcral ¿estaré falto de cordura? Al pronto escuché unos pasos cercanos y la puerta se abrió. Aprecié una figura con hábito blanco que parecióme  ser un cura. ¿Que más faltaba por adivinar si no es un sueño ni muerto soy? ¿Estaría en un psiquiátrico o, en un hospital? ¿sería todo imaginario? Se acercó a pie de cama con gesto huraño el ilustre señor. Su levita de un blanco inmaculado sugería pureza. Quiso asistirme en confesión, sus palabras me causaron desazón. Comenzó pronunciando ¿te arrepientes de tu pecado capital? Me quedé perplejo con expresión de asombro en mis ojos. Balbuciendo respondí preguntando ¿qué pecado he de confesar? No entiendo nada ¿que lugar es este y de qué se me acusa? Algo más condescendiente, se mostró dispuesto a responder. Portaba en manos un libro, también blanco, que empezó a leer. Tu nombre es, Jorge del Castillo y naciste hace, treinta tres años. Te encuentras en la antesala donde ver o no al Señor. ¡No pude callar mas! por fin alguien hablaba pero nada entendía. ¿De qué señor está hablando, quien espera verme, y qué de mi quería? Con voz pausada y amago de sonrisa, aquel personaje, siguió hablando. En este dossier quedaron escritas, todas acciones de tu vida. En él aparece que, en la tierra, tuviste un gran amor. ¡Óigame señor! ¿por qué me esta hablando en tiempo pasado? Ese gran amor es el de siempre y al que siempre amaré. ¡Ay! Jorge… Jorge… ¿aún no te diste cuenta de que estás muerto? Usted está loco señor, tengo que salir de aquí sin más dilación. Ahora recuerdo, iba con el auto a recoger a mi Andrea. Tiene que darme la ropa y las llaves que me esta esperando. ¡Ay! Jorge… Jorge…Tuviste un accidente en el auto esta mañana. Es el motivo de que estés aquí, yo soy Pedro y he de evaluarte. Mi deber es buscar destino según actos cometidos. Supliqué e imploré la oportunidad de ella despedirme. Como te dije debes mostrarte confeso de tu pecado. No fuiste mala persona y sí seré indulgente contigo. Solo te pondré una condición,  desposarte con esa mujer. Muéstrate arrepentido de haber pecado viviendo amancebado. Si es así, por Gracia de Dios, te mando de vuelta a la tierra. Sirena de ambulancias, gentes alrededor y policía en la zona. Domingo, día festivo, y en la iglesia, de Jorge y Andrea sus primeras nupcias.

 

Reflexsión del autor:

\"Si pensáramos más en la muerte la vida sería un jardín de rosas\"

(Según Heráclito es su teoría de los contrarios)

\"No hay vida sin muerte ni muerte sin vida\"

 

 

 

COMPOSICIÓN:

Prosa poética

 

Original.......... de..........Amándo_te

Prohibida su reproducción total a parcial

Copyright©2016 Amándo_te.