Ofelio

RIMALGIA II

Mujer morena teñida del alma,
que antes hecha pedazos
y tu corazón roto con la calma
se ha cosido a retazos.

Hembra de magnificencia y bondad
con la que ahora rimo,
debiéramos amar la soledad,
sabes por qué lo digo.

Te ha acalorado en ventidós inviernos
el frío, y tú a la espera
de abandonarle o ponerle los cuernos
cuando haya primavera.

Mientras yo voy trepando por la ruta
que me lleva a tu acera
Tú tomas el sendero y te apresuras
a acortar las veredas.

Ya son dos veranos de compartir
lo fausto y lo funesto,
quedando sólo otoños macilentos
comiéndose la piel,
los daños y mi colmena sin miel.

Sigo hablando de la chica sombría,
pero más, más risueña;
Aunque es diferente a mí, es de las mías,
pues, utopías sueña.

Sin embargo, no me olvido de hablar
de lo gris que es la vida
pa\' borrar el rosa que le han pintado,
y no es tocar la herida,
es cortar el sangrado.

Exploradora que hace las maletas
y me invita a su viaje,
soñadora que sabe cumplir metas
y yo ni pa\' el peaje.

De corrido sé todas tus memorias
difícil de contarlas,
pero estos versos son dedicatoria
para ti, amiga Karla.