Lolaila

Vacío

 


Rápido avanza la tarde,
y ante mi,
el horizonte descansa.
El gruñir de este sillón, rompe el silencio
y una suave brisa sobre las ramas de los árboles,
me devuelve a la vida que me toca.
Hermoso este atardecer,
rojos colores me besan,
mientras el sol, cae tras la montaña.
Efímero instante de plenitud,
en este inmenso vacío.
La noche acude a mi,
cae suavemente.
Una luna bella, rodeada de incontables estrellas,
ilumina la oscuridad que me abraza.
Me dejo abrazar.