Ramón Bonachí

MI ÁNGEL SE LLAMA TRIANA

TRIANA  

Al mirarte mi niña, juraría,

que no hay ángel que iguale tu hermosura,

mientras duermes te arrullo con ternura

y cuido de tus sueños noche y día.  

 

A pesar que perdiste vida mía

en la tierra las alas con premura,

cuidaré de tu vida con cordura

y tus alas serán... mi compañía.  

 

Si te miro de cerca me impaciento,

y me obliga un extraño sentimiento

a besarte pequeña soberana.  

 

Eres pues la princesa de mi cuento

o la luz que ilumina mi mañana,

por ti vivo y por ti muero yo, Triana.