WandaAngel

Tenerte

Te pertenezco desde aquel día en que me arrebataste la vida con una mirada.

Desde ése día que convertiste en canción mi incrédula esperanza.

Desde aquel momento en que me fui pero quedó contigo mi alma.

Desde aquella noche de agosto en que llenaste la habitación de calma.

Te pertenezco cuando ríes, te pertenezco cuando callas, cuando haces fiesta con mi boca, cuando entiendes todas mis mañas.

Te pertenezco en reclusión, en absoluta libertad, más allá del miedo, más allá de la tempestad.

Te pertenezco porque es un placer pertenecerte, porque no creo en la suerte. Sólo en la bendición de tenerte.