walter rafael aguero gomez

Renuncio a renunciar.

El preso renuncia a la libertad

tras las rejas amargas del pasado.

Su pensamiento sigue libre;

él puede arrancar 

de su triste recuerdo

todo aquello que lo arrastró

a la cárcel del presente.

Renunciar a vivir,

es como un condenado a morir,

esperando la madrugada

para dejar escapar la vida;

negándose a encontrar el sol,

entregándose al último atardecer

que dará paso a una eterna noche

envuelta en llanto.

Renuncio a renunciar

como un acto de libertad.

Ahogo los versos tristes

en el vino embriagador

del optimismo.

Escapo 

de esta sociedad necia.

insensata,

vacía...

Me quito el traje del afán,

me envuelvo en el amor,

disfruto el detalle.