Lebusla

LAS CALLES, EL PUEBLO

LAS CALLES, EL PUEBLO

Las calles buscaban sus casas
a las nueve,
a las once el pueblo
las tomaba en sus brazos,
le cantaba a la noche
y descansaba.

A veces yo tomaba varias calles
y las desvelaba
y siempre que yo trotaba
no caminando sobre ellas,
un búho con ojos de centellas
se posaba en mí,
me prestaba su cuello
para virar en sí
y descubrir los fantasmas
que a mis espaldas seguían
y luego de cada trance por el recelo,
le entregaba las calles al pueblo
que con un \"Jesús en la boca\",
las tomaba en sus brazos
y retomando la noche
descansaba.

Las calles, el pueblo,
yo y mi recelo,
la noche en el cielo,
su sombra en el suelo,
era la escena que a las once
no se miraba
porque todo para entonces
ya descansaba.

Lebusla
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