DEL VIVIR
Sollozante son las piedras que golpean el mar de mi cabeza
Solsticio de verano que nunca llega,
Que nunca calienta esta alma en condena.
Un tercio de pereza que hoy se acuesta.
Cierto soy cobarde, pero contigo seré inmortal dando la vida por ti
¿Por ti?... ¿Quién serás? ni tú te conoces, ni nombraras tu nombre.
Y preguntaras ¿Quién soy?
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Al verme dirás que enloquezco a partir de los días, y te enamorara la paranoilla u odiaras todo sentido.
Toda cumbre de brillo lo harás cenizas, para ver la
Pobreza abundante en el camino,
Pobreza en el ferrocarril del vivir,
Pobreza de mierda que no me deja verte a ti, a ti, a mí y a ti.
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Mentes felices y tontas ingenuas, sin el conocimiento maldito que hoy me agobia.
¿Por qué no serás tan pura como te he escribido?
¿Por qué no tienes tanto brillo como yo lo he dicho?
¿Por qué no me amas como yo lo he soñado?
¡Sé que el amor es dolor en alma!, que se contradice en el acto.
Mi mano con un trago de alcohol mohoso,
Con un suspiro celoso,
Con una cuerda el cuello sofoco.
Para morir como un loco.
El Anónimo