Oscar Cruz

EL LAGO AQUEL

Despues que abro mi ventana
se quedan los aires de su piel
aunque la mañana desnude su aroma
esa brisa acompaña mi café.

No solo el lago perfuma mi ventana,
la sombra de su cabellera tambien se enreda en las flores del balcon
cuidando el paisaje y los besos que quedan dispersos en la habitación.

Así despiertan las mañanas
que enamoran a mi amigo el lago
y así despertamos ella y yo
enamorandonos con una taza de café.

Oscar Cruz