Max Hernandez

Silencio... TEMA SEMANAL (CUARTEL)

La bulla de las bocinas, las conversaciones ajenas,

La música en los bares, los pasajeros que gritan pare,

Los vendedores que pregonan sus manjares,

Hacen que se nublen tus sentidos,

Y aturden tus pensamientos...

 

Pero ni aún así, logras huir del inclemente silencio

Que te agobia y te mata por dentro.

Cómo sucedió? Te preguntas una y mil veces,

Y el eco infinito del sonido del vacío

En el cual te encuentras sumido,

Te hace sentir que has caído...

 

Cuidado! Vea por donde camina!

El iracundo grito de fastidio

De uno cualquiera, retumba en tus oídos.

Pero ni aún así, ni aún con tanto ruido

Puedes huir del silencio que hace buen tiempo

Te tiene atrapado, y acompaña tu camino...

 

Una sola imagen ocupa tus pensamientos,

Su hermosa sonrisa, sus tiernas manos,

Su frágil cuerpo, sus bellos cabellos...

Eran felices, estaban completos...

Solían pasear juntos en las tardes de otoño,

Tomados de las manos como niños pequeños.

Ella era como un imán, que atraía las miradas

Con su facilidad para reír, y sus movimientos coquetos.

Sentías que la amabas más, pero también celos,

Pues la querías solamente para tí,

Y no tolerabas la conducta del resto.

 

Cuando fué la última vez que estuvieron aquí?

Tienes grabada en tu memoria ese momento:

A duras penas pudo bajar del coche,

Y se apoyaba en tu hombro, para no caerse,

Igual quiso caminar a tu lado, como dijo ella,

\"Aunque sea por un momento\"

Se sentaron en la banca de siempre,

Y observaron caer la tarde,

Su cabeza apoyada en tu hombro,

Sus manos entrelazadas a las tuyas,

Y ella como siempre sonriendo.

 

\"Vendrás a nuestro lugar de siempre?\"

\"Por supuesto vida mía, te lo prometo!\"

Y luego se marchó, en silencio,

Y se llevó con ella mi mundo, mi vida.

Se llevó todos mis sueños, mis pensamientos

Y ahora estoy solo, sumido en el silencio...

 

\"Cuidado, abuelo, el piso está mojado,

Le ayudo con sus bolsas\"... Me dice un extraño.

Es cierto, ya estoy muy viejo,

Apenas puedo avanzar a paso lento.

Pero sigo mi camino, sin dudar un momento,

Sin prisa, pero sin detenerme, pues en casa,

Me esperan, al lado de un gigantesco cachorro,

mis adorados y traviesos, tiernos nietos,

Y solamente con ellos puedo huir de este

Infernal y terrible silencio....