Richard Leon

La vida

A mi recipiente le faltaba algo,

estaba deshabitado,

como una copa si su vino,

vacía al interior;

si se llenaba no era de su trago,

si no de letras o de tu mirada profunda.

Es ahí cuando mi cuerpo se llena.

 

Aturdido en palabras sordas

pido ciegamente que des señas,

por que no hay luz sin oscuridad,

no hay parpadeo sin sueños,

yo contigo necesito aires nuevos,

y que mejor que la atmósfera que das.

No digo que dependo de tu esencia

más que depender es efímera necesidad.

 

Delicioso,

delicioso saber que estas ahí,

con esa mirada y sonrisa fugaz.

Agrio sabor de tu ausencia, sabe a limón con lejanía,

ausencia que desespera,

como la cobija roja sin el calor de una hamaca;

eres recuerdo inquietante,

como las fotos que se exponen en el museo de mi cabeza,

ven y desátame los nudos

que eres marinera y de nudos tu sabrás...

Apacigua estas aguas,

ya que de naufragios has sobrevivido

Pero átame con tu ancla

y lleguemos a la tierra de la imaginación,

donde me compones ideas de amor y odio

acompañados de licor y libros,

mientras te desbarato los malos recuerdos

diluyendo tinta sobre tu piel,

besándote con la mirada,

ábreme tus mundos.

 

Si supieras lo bien que suena al lado mío

escuchar un \"haces falta\" sin sentir el extrañar,

pero sintiendo el calor de un \'te quiero\' sintiendo un explotar.

Eres una bomba de colores

esquirlas por las paredes blancas,

o bien podemos jugar a ser daltónicos.

 

Yo te veo sonreír y mi risa gatuna quiere tocarte esos ojos

como bolas de lana.

 

Atraparte mariposa y mostrarte el lado amarillo de la vida.