Turbulenta, agitada, en frenética cascada enardecida
te busca mi odio, mi bronca, mi pobre bronca tonta...
Desesperada...! Mi angustia se rebela por haberte perdido,
te busco... y aún herido...
me aferro al último recuerdo, al último suspiro,
raconto estristecido que se diluye como una nube errante del verano,
en el espacio infinito del olvido...
Turbulenta de ira, mi pecho se encrespa en agitadas olas,
se desplaza furiosa... desesperada...
Mi pobre bronca tonta...!
Tú ya no estás, has partido,
sedienta y lujuriosa en otra barca,
hacia otras playas, hacia otros costas...
frenética, extasiada... en otros brazos,
como ayer en los míos...
como ayer cuando me amabas.
Qué te importa el zarpazo del punzante dolor
de mi herida desgarrada.
Gime, llora, grita...
Mi pobre bronca tonta...