Estanislao Jano

Reloj de Arena - CALIGRAMA

Nos parecen normales los vaivenes. Aceptamos, miramos y no vemos.

  Seguimos,  permanecemos, dejamos pues al azar hacer lo que conviene.

 

El  tiempo corre,  ¿sabes?, como en un reloj de arena.

Se escurre y cambia. Se invierte,  se turba y se mueve.

Se disgrega, se entrega, pasa de nuevo pero al revés,

todo  está mezclado.  Esta vez   nada es tan claro.

El norte y el sur se entreveraron. Se decantaron

los años.  Se entrecruzaron los conceptos,

y cuanto más arena precipita

menos tinta queda en el

 tintero.

No sé si

esta  vez,  zamarrear

 quiero mi  reloj, o tumbarlo, como

 al rey de una partida de ajedrez  y darme

por vencido o pedir tabla. Pues la verdad, que a

esta altura, ya  es lo mismo. Voy a agachar la cabeza

y aceptar que alguna vez gané, pero esta la he perdido.

Ya más no puedo hacer, preferiría cavitar en el olvido de

tu ser, que padecer este suplicio de verte y que no estés.

 

Cuando la fina arena termine de caer…  sólo habrá calma y al parecer, cabeza abajo.

Si volteamos el reloj, la historia comenzará otra vez. Pero esta vez,  ya no es lo mismo.