Jesús, en ésta noche y la soledad,
Te pido borrar de mí toda maldad,
Desde joven tú me mostraste el camino,
Pero mi necedad me desvió del mismo.
Con mucho amor y tacto me reconquistaste,
Me trataste como si para tí yo fuera importante,
Dijiste que por mucho tiempo te dí la espalda,
Pero que tú me la cuidaste de noche y día.
De lágrimas se llenaron mis ojos,
No podía creer lo que estaba escuchando,
Me llamaste como a uno de los tuyos,
Fue el momento más importante que he vivido.
Desde ese día que me reconquistaste,
A cambiar tú me invitaste,
De tu amor me invadiste,
Y de tu Santo Espíritu me llenaste.
Como quisiera ser perfecto,
Que en mí no encuentres defecto,
Cambia de mí toda la maldad,
Dios de ti necesito piedad.
Autor: José Luis Zepeda
www.luiszepeda.org