angelillo201

Pícnic con Zaratustra

¿ Puede el alma tener su ocaso, sus momentos de flaqueza y frustración en nuestro espíritu?

Llega el día en el que se eleva el ancla y las velas en el proceloso mar de la mente que lo sostiene buscando el sol a través de una carretera oscura dentro de su cavernoso laberinto.

¿ Qué herramienta puede ser lanzada entonces contra el cielo y las estrellas, para conquistar lo que andamos buscando?

Ninguna, más que la palabra emitida en el ocaso frente al abismo.

Tener el fuego encendido de la chimenea en pleno agosto en vall d´uixó a más de treinta grados con un ochenta por ciento de humedad, junto los perros a tu lado jadeando con la lengua fuera muy calientes, después de haber estado a tu lado recogido leña sin otro utensilio que las propias manos para hervir las bachoquetas y cebollas que da la huerta regada a mano de una charca llena de aburridas ranas que croan todo el día versos clásicos y distantes, difícilmente comprensibles hoy en día.

Eso es poesía.

Y lo que vale la pena contar quitándose las pulgas que le recorren a uno el cuerpo antes de lavarse las manos para comer. Cuando sales a respirar aire sin humo, ves a tus vecinos pasar con su flamante coche nuevo, acompañados por la cara de imbéciles que te recuerda que lo han conseguido a fuerza de voluntad siendo obedientes y serviciales. No estoy hecho para vivir con esta gente, ni para soportar sus chillidos, ni sus opiniones cerca de donde vivo. Puta plebe de mierda. Por eso ni nos saludamos, hemos optado por asco mutuo hacernos la guerra de clases sociales y de rojos y fascistas ignorándonos , aunque hay mucha violencia entre nosotros, y nada de indiferencia. Nos ignoramos con disimulo, como si no existiéramos, aunque se escuche todo, hasta cuando se tira alguien un pedo y se lia todos dispuestos a pegarnos de palos porque alguien es un guarro. Pero a mi lo que me importa de verdad, no son sus amenazas como grupo social enemigo que ocupa un espacio ecológico junto al mío. A lo que le doy vueltas a la cabeza es al poema de Mercedes B. Ibáñez, hasta el punto, de que después de volver con la carretilla de cargar agua para el huerto, empiezo la labor de escribir recordando de que acabo de aplazar el deber que tengo de descargarme los papeles que me han pedido en los servicios sociales: renta negativa, certificado negativo de Irpf, estar inscrito en el paro y dispuesto a aceptar cualquier oferta de empleo, y no se que cosas más requeridas para que me den unas pocas migajas del sistema, que cambiaré por alimentos que no cultivo . Supongo que no soporto más los servicios sociales, me entran picores cuando voy allí, picores peores que los de las pulgas y las garrapatas, y eso que a veces no me dejan dormir en todo el día. la vida es una locura insoportable si no se es poeta o santo. Aunque a veces los hombres cantan en un bosque solitario, lleno de almas sordas que no prestan oídos a palabras llena de ternura y amor. Sin embargo, no creen eso los propios poetas afectados. Les falta voluntad y energía. Se creen que no son Gohete y por eso nadie les escucha, y quieren arrojarse al abismo. Ese es el camino.

 

http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-405735

 

Nunca fuiste ni serás poeta, (reeditado en nueva versión)

 

Van corazones desiertos
por vacías callejuelas,
vacíos de pensamientos
vagando por las estrellas
por estos huertos sembrados
de egoísmo y vanidad,
desamores, soledades,
mal entendida amistad,
con fingidas alegrías,
¡un te doy si tú me das!

almas que tan solo ansían,
un viento para volar
llevando en sus equipajes
un tintero y una pluma
y una maleta sin alas
cargada de soledad
y sueños que ya están muertos
antes de poder andar.

Juntaletras soy de medio pelo
con afán de vana gloria
en lucha por encontrar un cielo
donde guardar la memoria
de pobres versos que no alzan vuelo
ni tendrán sitio en la historia.

Cuando el tedio labre su infecundo nido
y me hiera sin pudor el desengaño
en la sorda lucha contra la vida,
colgaré mis sueños en la rama del viejo sauce
entre melancólicos suspiros de pasadas congojas.
Cuando ya el alma se oscurezca

y el corazón se asome al borde de la nada,

antes de que la carcoma del tiempo
se apodere de mi alma y la devore
me abriré paso hasta la oculta cueva
donde dejé guardado, el manto de la locura
a él confiaré mi andar, será mi luz y mi guía
que dirigirá al destino, mis últimos pasos
en el ocaso de una vida, ya caducada y oscura.

Cuando venga la negra a buscarme
no echéis las campanas al vuelo,
coged entre cuatro mi cuerpo y tiradlo en las montañas,
alguien sacará provecho, seré alimento de alimañas
y de algún buitre el contento.

En esto pienso
mientras me corroe la mente
el murmullo de esa voz interior
que me dice: ¡pobre infeliz!

Ay! pobre Merceditas,
con tu pluma suspiras
y escribes con calor tus sentimientos,
pintando bellos, tus dulces momentos
y unas veces aciertas,
(otras ¡ay! pobres letras)
porque tiernos en tu corazón flotan,
latidos de amor, que de tu alma brotan
de esa tu alma tan tierna
que el ser poeta sueña,
mas como la guitarra del mesón
aunque pongas tu empeño y tu tesón
será una ilusión hueca,
tan solo una quimera.
¡Tú nunca fuiste, ni serás poeta!.

 

He aquí hermanos, el ejemplo para seguir adelante que necesitamos. El inicio de la forja de un espíritu vitalista e inquebrantable en una comunidad poética. De esto, que debamos profesar gratitud por el altruismo sincero y heroico de Mercedes, por darnos tanto sin haberle pedido nada. Eso es amor al prójimo, a la comunidad, y el comienzo del Ser poeta. El comienzo de nuestro andar es un gran paso, y es este: siendo honesto con uno mismo y confesándolo en publico. Todas y cada una de las desdichas y sin razones de cada uno de nosotros, deben ser motivo de nuestros quebraderos de cabezas una vez expuestas. Para mí, este poema, nunca fuiste ni serás poeta, y su autora, Mercedes, lo son, por todo lo que une e identifica. Por eso, es más importante este poema hoy, y le dedico más tiempo que a las causas prácticas para mi vida, como la renta garantizada, o cuestiones aun más miserables como buscar un empleo, porque de lo contrario, yo y nosotros nos transformamos irreversiblemente en un gusano sin vitalidad, flotando por la capa de la tierra buscando alimentos. Una sombra, una risa, del hombre poético que aspiramos ser. Paz y bien.

Angelillo de Uixó.