Caramelo de Ricina

I

Ya no me sale escribirte en cursiva

te traigo y la tinta se corre

se corta

el poema no acaba

se desangra

el papel se reseca

se quiebra

 

solo sé agarrarte por el filo

cuando me mira tu espalda

 

las palabras ya no sueñan

mi amor

te pesadillan

observan fijamente al tiempo descascarado

están enamoradas de sus agujas

que rezan que

mientras me matás

te resucito

que juran que

mientras te abrigo

me destejés