Juan M. Gámez Ortiz

La sonrisa que más me feliz me hizo

La sonrisa que más me feliz me hizo
cada vez está más lejos.
Se pierde en el recuerdo de esos días
que compartimos.
Se va marchando de mí como el tiempo,
como se marcha el tiempo con las horas
que vivimos juntos.

 

La sonrisa que más feliz me hizo,
¡qué sonrisa era!
Algunos dirían que sigue siendo la misma,
pero yo la veo distinta.
Esa sonrisa que me cautivó
ya no me cautiva.

 

La sonrisa que más feliz me hizo
ya no existe.
Cambió lo que siento por ella
y cambió cómo mis pupilas la observan.
Es una sonrisa preciosa, sí,
de las más bonitas que haya visto.

 

La sonrisa que más feliz me hizo
es la misma que me dañó tanto.
La dualidad de sus labios cuando sonreía,
la dualidad de mi sentir a su lado.
El dolor de ver su sonrisa eterna,
el placer de que su sonrisa fuera infinita.