pani

APENAS UN ECO...

 Ecos sonoros...

 

apenas un perfume

desgarbado

se abandona...

en la inconmensurable

soledad,

de la tarde intrascendente,

 

arpegios delirantes,

soflamas...

vacías... y tristes,

 

en el deslazado corazón

que te sueña muy despacio,

entre labios

de enardecido fuego...

y pasión irreverente,

 

por el arpa...

anudada de la tarde,

que desmotivada

se engalana...

entre álamos de hielo,

 

lacerando su amargura

entre lirios pudorosos...

extrañamente exiguos,

 

melancólicamente compungidos...

y desnudadamente tristes.