Mayra Gisel

*** Eres Su Juego ***

 

 

Te dices a ti misma que esa será la última vez,

que por él ya has cambiado alegrías por lagrimas,

pero sigues observando la pantalla del móvil

esperando a que llegue un mensaje de él.

 

Sabes que es tarde, que por más que intentes no podrás alejarte.

Y te acuerdas del juramento que te hiciste aquella primera vez

que solo era para divertirte, y mirate ahora,

observando el reloj esperando a que este se detenga,

mirate ahora, suplicándole por un poco más.

 

No te importa ser ese juego con el que él se divierte,

ser con quien sacie su hambre, de tomarte

aún sabiendo que después va a dejarte.

 

Tu no le importas, y eso lo sabes

pero aún así, sigues llorándole por un poco más

por las migajas de alguien más.

 

Sabes que solo eres el fuego en el que arde,

y que por más que te lo digas una y mil veces ya no puedes detenerte

y que aunque te estés muriendo por dentro

siempre estarás ahí para cuando él te llame.

 

Tu solo eres su juego, esa aventura de tarde

escondidos entre sabanas de espinas

que al rosar tu cuerpo sangra y lastima.

 

Y entre gritos intentando arrancarlo de tu piel,

suplicándote a ti misma que lo alejes de tu vida

lloras en soledad después de que el se va,

cayendo en la cuenta de que sólo estas de paso en su vida .

 

Sabes que miente, que solo eres su juguete

una más en su cama, una más entre sus brazos.

Que solo eres con quien se saca esas ganas que otra deja en su cuerpo

que solo eres esa muñeca que siempre esta allí esperando a que jueguen con ella.

 

Y te duele aceptar que el nunca va amarte

que al final de una larga jornada entre tus sabanas se marchará a su casa

a volver a su papel perfecto, de buen padre y esposo fiel

mientras tu te quedas sola, a oscuras abrazada a la almohada.

 

Eres su doble vida, su pasatiempo

ese secreto guardado bajo siete llaves

con quien gasta sus labios, con quien pasa su tiempo.

 

Y sabes que tu eres solo la nada,

un punto casi inexistente en su planisferio

la estrella que sabe alcanzar para hacerla brillar

y la que cae muerta cuando es tarde y tiene que dejarle sea cual fuere el lugar.

 

Él no es más que un cobarde que se burla de ti

que te usa cuando tiene ganas, robándote la vida

y que cuando se canse te dejara sin importarle lastimarte.