Lebusla

DEJAD LA ROSA

DEJAD LA ROSA

¿Si la quiero tanto?, sí, la he querido
y tomarla mía, esa rosa blanca
quitando tan hirsutas sus espinas
alma, cuyo cristal parece roto
¿queréis que muerda yo el amargo tallo?
¿lograr tanto lo que bien no he podido?.

¿No veis la sangre?, pues estoy herido
mi aliento sufre, de manera franca
yo ya veo el cielo, el mar y ¡qué ondinas!
desasosiego da a mi vida coto
que buscando amor, hallo en sí desmayo
dejad la rosa, que me doy vencido.

Dejad en paz la rosa blanca, que ella
si no es para mí, que sea de mayo.

Lebusla
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