Je Maria

Como un señuelo

... Y el coro de ángeles canto

auspiciando el momento.

No habia escapatoria

De repente el corazón ignoro al cerebro por un instante

Y se sentía cada beso como lava...

ardiente, quemaba dentro y eruptaba ganas

sollozaba entre cada respiro.

Fue un señuelo,

sabia bien como hacerlo, fruncia el seño para causar panico aberrado,

pero su rostro ya era demasiado para un cuerpecillo vulnerable y sediento.