karendanielacs

La luna y mi amigo el sol.

Suéltame, déjame ser, déjame volar de este amor tan efímero 

que he creado a punta de tus ilusiones y de promesas absurdas 

promesas que no pretendes cumplir y que yo, ya no pretendo esperar.

Siempre pensé que cuando me mirabas a los ojos y veía que

brillaban como dos luceros en la inmensidad de la noche 

era una señal de la infinitud de tu sentimiento y que por 

un instante podíamos sumergir nuestros corazones en una eternidad.

¡Vaya falacia la que pensaba! 

desde lejos la luna me miraba y a escondidas de mi amigo el sol se burlaba

ella cómplice de tus noches inermes, fuertes y vagas 

le sumó a tu engaño un toque más de descepción.