Ibañez Olmos Victor Alfonso

Relato 5

 

Me vuelvo a mirar aquí, perdido entre el silencio, envuelto en tu mirar, en tu misterio, no me entiendo en este espacio: cuatro paredes que resguardan la soledad que abastece este oscuro cuarto, una tonada triste consume las sonrisas que guarde para estas horas de penumbra y miedo, el temor va reinando mis deseos y grita con burlas los sueños que en mis noches te voy buscando (no vendrá) me vuelve a gritar (no serás para ella) se vuelve a burlar… mordiendo mis labios y apretando el puño empiezo a verter mi corazón sobre un trozo de papel, tantos versos en el día que escribí en mi mente para que llegando la noche con la luna de cristal empezara a dibujarte a palabras, tantos riesgos correría por un poco de tu amor, pero… si tan sólo pudiera mirarme en tus ojos tal vez me daría cuenta la manera en que me ves, no logro entender el gusto por mis relatos mal acomodados en mis palabras, lo que quiero es que tengas gusto por mi, estoy cansado de complacer a las aves pasajeras que anidan unos meses en mis brazos mientras me tatúan sus besos en el cuerpo para obtener uno que otro verso, ¿y después que se van? vuelven las copas, el whisky, regresa el humo del cigarrillo a extender por el aire el te quiero que exhalo cada que lo fumo, contigo se me hace enorme el deseo de encontrar la intimidad en tu habitación, no de tu cuerpo, quiero saciar mi hambre de conocer tus miedos, de entender tu enigma, de consolar tu soledad para abrigarla con la mía… quiero fundirme en tus deseos sin que me vista con tu cuerpo, recordar con cada mañana que nace en tu mirada un nuevo día, sin que el olvido me destroce como lo hace con aquellas viajeras que arriesgando un te amo disfrazado, destrozaron las esperanzas con su mentira al decidir ser feliz sin estar a mi lado,   dejando que la madrugada me encontrara entre el agua y la sal que resbalaba en mi rostro, sin poder cerrar mis ojos para aliviar el dolor que resultaba del alma, no pude encontrarlas mas… y es que no es el dolor lo que me hizo superar, fue la traición que atravesó el corazón al no tenerlas, aún con mentiras las hubiera aceptado para no sentirme así, tan solo en mis días… hoy que te encuentro acepto no tenerte en lo factico, mientras te encuentro en mis letras, en  mis sueños, en los segundos que sin escribir te escribo, con ello me basta para aliviar mil te quieros, sin que lo digas, sin clausuras, sin tu entrega, sin regresarte las caricias ni las tardes de charlas y café que he imaginado para tenerte sin que lo sepas, para que sigas dibujando este mundo mio, tan loco, lleno de océanos sentimentales, creando con tú mirada fugaz mis mañanas, mis noches, sin que me faltes, sin que te falte, sin que me duelas, sin que te duela… sueños locos que recreo entre lágrimas deshonestas al no correr para llenarte de verdad, al no atreverme a invitarte a cenar, pero tú no sabes, soy tan testarudo al hablarte, como te expreso que me quema tu mirada, que los nervios me cortan las palabras, me vuelven torpe ante tu perfección. Por ello me encuentro aquí en un esquina de estas cuatro paredes, entre la soledad, lo oscuro y las letras de un intento roto de recrearte… esperando un tal vez...