Nicolás Rangel.

Humedad en mi soledad.

 

 

 

Mordiste mi boca 

de una manera tan sutil

y hermosa

que sentí

que jamás te irías.

 

Adornaste mi cuello con tus brazos

y tus ojos 

me obligaron a escribir poesía.

 

 

Aquella noche

sonreíste tanto

que fuiste tan bella

como el parpadeo de una estrella.

 

 

En tus labios,

en cada beso,

crecían flores

y promesas.

 

 

Esas que se juran

mirando a los ojos,

apretando las manos,

susurrando al viento.

 

 

Hacían hogar

mis manos en tus caderas

y puedo jurar

que podía llenar en ese momento

tu vida con palabras.

 

 

Palabras llenas de futuro

aquí, allá

debajo de tus lunares,

arriba de tus ilusiones.

 

 

Podría llenarte con poesía,

con toda esa palabrería absurda

que de mí brota

cada que te miro.

 

 

Aquella noche,

vida mía,

soñé que nunca te irías

cuando tu mano

a mi alma seducía.

 

 

Y fuiste mía

y tuya la vida

cuando entre mis sábanas

hacías la música más hermosa

que nace de tu respiración

y tus latidos.

 

 

 

A veces pienso

que no existes,

que no fuiste real.

 

 

Pero dime,

¿Cómo olvidar

aquella noche

donde mojaste mi soledad

con toda tu tristeza y tus ganas?

 

 

Ganas de ser todo

y nada

de brincar, volar

y jamás volver a pisar

esta tierra llena de cadáveres

que no dejan de respirar.

 

 

Como olvidarte

si te llevaste la poesía en tu piel,

no tuve oportunidad de memorizarla

porque era mirarte

y mi lengua no paraba de adorarte.

 

 

Me hiciste soñar

miles de aventuras contigo

siempre de tu mano,

enamorado de tu existencia

metida dentro de ese vestido

color de noche.

 

 

Creí que nunca te irías,

pobre iluso,

¿Cómo poder detener tu vuelo

con simples versos de poca suerte?

 

 

Sigo mirando el cielo,

ciertas noches,

donde gana la batalla tu recuerdo

y descubro

que la luna

sonríe de la misma manera que tú.

 

 

Espero algún día

aparezcas entre las nubes

y te acuerdes de mí,

de aquel poeta sin suerte,

que le bastó una noche

en tu piel

para vivir lo que en este mundo

se dice extinto.

 

 

El amor.

 

 

©NicolásRangel/Reservados todos los derechos. Agosto, 2016.