Cirratus

Mariposas...

Quizá un abrazo

sea lo único que me salve,

ni siquiera la brisa

da respiro a este pecho

que se afana en jugar con el olvido.

 

Niñez;

la magia de su sonrisa

y una estera azul

que nos cobijaba de frío suelo.

 

Y la vida,

que pasa... y regresa

para ser injusta.

 

Quizá un abrazo

me mantuvo con vida,

una vida.

 

Hoy, la sonrisa

se hace miedo en su mirada,

y yo lo sé.

 

Lo sé

porque es la mía,

que se quiebra por momentos

y regresa cargada de dudas.

 

Quizá un abrazo

nos salve la vida y la sonrisa,

aunque haya mariposas

que no quieran vivir en nuestro cuerpo

                                                                          tatuadas...