Eder Guerrero

carta número tres: una confesión precipitada

Martes, agosto 2 del 2016 1:45am 

Mi rubi, mi flaquita, mi amor.

Esta la tercera madrugada consecutiva, que te escribo, espero que no sientas que te olvido,  si el día de mañana no te escribo, tú sabes como soy; tengo jornadas donde, escribo demasiado, otras menos, otras no toco mi libreta por semanas, lo que es constante; es el amor que yo, por ti siento.

Eh pensado en lo que me dices; que yo soy perfecto, pero si supieras; que tengo tanto miedo, de perderte, de que te pierdas en otro nombre, en otro hombre. Imaginate cuando sea famoso, y despues de morir, o antes, -ojalá que no- encuentren estas cartas, y lean que tenía celos, que como hoy, que me quede esperando un mensaje tuyo, para llamarte, y al no llegar eh pensado: que tal, que salio con él, que tal que el trabajo, que tal que el cansancio, que tal que hablaba con alguien más, se quedo dormida, no tenía ganas, no es afuerza que hablemos, te lo pregunto directo, mi rubi, ¿aún crees que soy perfecto?

No es muy comodo; escribir estás cosas, anteriores cartas tienen algo de desesperado, será ¿por qué pasé más de un mes sin tocar tus labios? Sin oír tu voz por la mañana, es cierto estaba desesperado, dolido, shokeado, celoso de aquél que tomaba tú mano.

Es todo por está noche...

Te ama y te desea, tu admirador nocturno.

Eder Guerrero