En los rincones del laberinto
hay un secreto,
que está a la vista del mundo.
Yo lo recorro
en medio de la estepa
que se forma en la noche.
El secreto me aguarda inmutable,
a la espera del momento
justo y perfecto.
A veces paso cerca,
lo presiento,
puesto que escucho sus latidos.
Y se que algún
día daré con él,
cuando esté preparado.
Ese día, finalmente,
podré enfrentarme al espejo,
y apreciar mi verdadera belleza.
Soy solo una gota de luz
en este océano de silencios,
y el secreto está ahí, en el laberinto.
Mientras tanto, camino por el mundo,
despreocupado
como quien no ha perdido aún su inocencia.
Marcos Sitz