Mujer Nagual

la sal

amor,

aterrado de la sombra,

comienzas a brillar por dentro.

 

irradia, observa,

no ha pasado ni un momento

sin oir

escupiendo caricias en un olvido estrellado

 

el canto celebra

como todo lo que conoces

sin buscar

aullidos

en esta selva

detrás del punto de acá.

 

Adelante lleva en mi palma

el corazón que habito

la vida dada

cuerpo descalzo

puentes para siempre

 

sobre las hojas cae

viento sin espina

quizás somos semilla

para no comerse uno mismo

poder crecer

 

brilla celeste

rosa el cielo

abre rasguñando 

anaranjado

día en sol florecido

viene al compás

existe

 

acepta un soplido en tu frente

entre las formas hay distancias

que unen una nueva visión

portadora

 

una prosa errante

solo te habla

para que aguantes

 

cinco pestañas

panadero de pan

atravesarme entera

permiso profundo

 

acaricia almidonados grumos

heridas de ayer

cicatrizan

 

conocimiento directo de lo que fue

en sintonía universal

riégame