Samuel Santana

Paremias para el buen vivir ( El peligro de ser fiador)

Amigo mío,

cuídate del que pide prestado.

Fíjate bien en quien a ti se acerca

 requiriendo tu sudor y el fruto de tu ingenio.

Quien busca prestado suele mostrarse

con el rostro humilde y

 sencillo; manso como un corderito.

Así se pone cuando quiere algo;

empero, luego, cuando llega

 el día de la honra,

de devolver lo que se le dio,

entonces se torna quejumbroso,

 esquivo, distante y difícil.

El mala paga gusta de esconderse

 como la sombra en la oscuridad.

Sus pretextos son inacabables.

 Siempre dice hoy no,

mañana sí; pero el día nunca llega.

Si te descuidas,

él no solo te llevará a la ruina

y acabará con tu sueño,

sino que tendrás, posiblemente,

 al peor enemigo;

alguien que solapadamente

 deseará tu muerte para así

 librarse de tus exigencias

y del compromiso.