Rafael Merida Cruz-Lascano

AL VIENTO DE LA PALMERA

 

Alegoría

 

 

Nací cual débil retoño

me donaron buen camino

en la más alta montaña,

y de reojo a la cumbre

con piedad se ha alejado

la calaca con guadaña

.

Mi voz es como un tesoro

abre su palmas al cielo

implora mirando al sol

una dulzura que embriaga

es música porque vuela

con  manos de mariposa

.

Muchas veces beso al suelo

sin petición altanera

confiado en su protección

con ejemplo de palmera

y no siento mi estructura

solamente la oración.

.

Jesús, tal día de ramos,

aun vive en mi corazón

escrutando en mi interior,

saciando sed del humano,

es soluble e insoluble,

tesoro para el cristiano.

.

El arbustivo palmito

en letargo silencioso

se dice ciprés no espino

-como a Pedro en el Cenáculo-

dice, orar es, grato incienso,

esperanza en el desierto.

.

Reza su intensa liturgia

de frente pide, se  inclina

el fárrago de la vida

entre espíritu su  cuerpo

multiplica cual Areca

con miel cristianiza su alma

.

En su danza, bailarina.

pasiva esperando el juicio

como la bula de Meco

se sacude sin reposo

de rodilla hace su rezo

al viento de la palmera.

.

Peregrino, Es la Palabra

Jesucristo es uno solo

con siete dolores, gozos

serenamente enraizado,

con gallardía sublima

al viento de la palmera

.

Solo EL VERBO es crecimiento

solo penitencia  es vida

la inocencia es salvación

en Cristo hay entendimiento

... El justo florecerá

al viento de la palmera.

.

.

Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano

“Hombre de Maíz, 2009”

Guatemala, C. A.