Hoy de la nada me surgieron ganas,
De que mis vacaciones no sean en casa,
Es más ni en una playa o puerto lejano,
Me surgieron ganas de vacacionar en ti,
Mirar tus pestañas tal frondoso bosque,
Que se alimenta de la luz de tus ojos,
Caminar tus cabellos hasta las puntas,
Decir te amo a tus oídos y me respondan,
Bajar un poco y llegar a tus mejillas,
Soportar sus terremotos cada que sonríes;
Subir algunos pasos de ahí a dos cuevas,
Quedarme en tu nariz, a oler lo que ella,
Bajar muy despacio hasta tus labios,
(Si uno va a perderse que sea de a poco)
Quedarme encallado en ellos, amarrado,
Beber a diario la saliva de tu boca, su néctar,
Ahogarme y embriagarme de ella,
Ya una vez asimilado ese vicio de tu boca,
A seguir bajando, seguir vacacionando,
Seguir conociendo paso a paso tu cuerpo,
Sigo bajando hasta llegar a tu cuello,
Y encontrar tus lunares que me llaman,
\"Bésame\" murmuran ellos y tu cuello,
Obedezco y los beso, con ganas atrasadas,
Sigo bajando y como esperar no morir,
Así llego a tus pechos que no dejan dormir,
Me quedo en silencio, los observo,
Una vez que los he memorizado,
Cierro los ojos, los acaricio, suavemente,
Comenzando en sus orillas, llegando
Hasta sus puntas, en las cuales me clavo,
Me quedo ahí, desvariando varios días,
Los días se vuelven semanas, no despierto,
No despierto, pasa el tiempo...
Por fin, tras morir y revivir más de una vez,
Continúo mis vacaciones en tu ser,
O al menos eso pienso, al menos eso espero,
Pues se acaba mi tiempo, se acaba,
Este sueño o fantasía, justo antes,
Justo antes de llegar a tu divino sexo.