Marcos Adrian Sitz

A mis hijos

Que nunca se olviden
de los dragones
que a todos nos habitan.

 

Que siempre puedan
sorprenderse,
hasta de los mas sencillos milagros.

 

Que puedan brincar al infinito
con la frescura la niñez,
como cuando no existían las fronteras.

 

Que se les presenten los mejores desafíos
para poder enfrentarlos
de la mano de alguien, o de ustedes mismos.

 

Que la vida los toque con su magia
en todos los momentos,
por más oscuros que parezcan.

 

Que busquen siempre el destello de luz
que hay tanto en cada piedra
como en cada diamante.

 

Que logren entender
que la piedra y el diamante
son lo mismo, a pesar de lo obvio.

 

Que encuentren el camino, sea cual fuere,
y que sepan salirse del mismo
cuando no los llene de sonrisas.

 

Que entiendan que esto es un juego,
para jugársela a pleno
en cada movimiento.

 

Que les regalen su esencia
a las personas que quieran,
sin esperar nada a cambio.

 

Que sean felices,
por sobre todas las cosas,
muy felices.

 

Que regalen esa felicidad a todo el universo conocido.
Porque no existe otro universo
que el que uno mismo puede construir para si mismo.

 

Y que se den el espacio,
para que alguna vez puedan entender
lo mucho que he aprendido a amar en esta vida, gracias a Uds.