Samuel Santana

Aroma sin distinciĆ³n

Yo creo firmemente en los argumentos

elementales de un camino  sin

 espinas. La esperanza  del

 ocaso se desciñe en las

 patas de un toro bravo

 y atareado por la

 actitud importuna

 de una gleba

 que azuza las hojas de los

 troncos rojos.En el momento

 en que llovía caían trozos de

polvos sobre los cuchillos

 de la  venganza. Yo miro los

objetivos con sus manoplas

 de miel  y de agrio. Corre,

 aúlla, se precipita, llora

 y se despedaza

el mandado

escondido en la boca del

 mensajero mañoso. ¿Quién

no ha visto  un estómago sin

 pan? Es ahí donde ocurren

los retazos disponibles.

Lo más triste  es un

alma  sin esperanza,

sin sueño y sin visión.

Lo que hoy somos, mañana

será solo un tenue recuerdo marchito

escondido bajo la humedad de

las piedras y de la tierra arcillosa.

En el camposanto las flores

 crecen y dan aroma sin hacer

 distinción entre la tumba

 del malhechor y la del  hombre

 honorable  del pueblo.

Ambos alimentan

 su tallo.