Alfredo Daniel Lopez

Tus ojos de gata

 

Tus ojos de gata

 

 

¡Qué vacío se siente en el alma

cuando el ser querido no está!,

cómo se puede combatir

aquella horrenda sensación de soledad.

 

Me transporto a épocas pasadas

ya vividas pero nunca olvidadas,

dónde escudriñaba tu figura

en esa larga, espesa y negra noche

buscando tal vez tu sombra...

o un vestigio de tu presencia...

o una gota de agua seca...

 Buscando algo que me dijera

sea poco o sea mucho...

¡qué estabas tú, esperando allí afuera!

 

Cómo deseaba perderme

otra vez en la inmensidad 

de esos ojos negros,

que unas veces

me embriagaban con su mirada;

oscura, profunda y absorvente

y en otras, esos mismos ojos,

esa mirada profunda me transportaba...

hasta las puertas del cielo

y me llevaban junto a mi Buen Dios.

 

Nunca encontré otros ojos...

otro cabello...

y otra piel

que ne hiciera olvidar tus ojos

tu cabello

y tu piel.

 

Tu recuerdo me acompañó durante lustros

y sólo al final deseé,

sacudirse de esa fuerte mirada que me hacía tu prisionero,

de esos ojos negros de gata

que a mi me dominaban

y cuando al fin lo conseguí

¡pude respirar!...

pues de amor NO se muere...

pero tu amor ¡a mi me mata!