Rafael Escobar

\"AUSENCIA\"

 

Nuestro amor tan profundo y tan bendito
semejaba los cielos de verano,
y por eso quisiera en este escrito
ofrecerle mi canto soberano.

Ignorar los momentos que vivimos
en las noches tan ebrios de ilusiones,
es borrar las palabras que dijimos
empapados en lluvia de ilusiones.

Quien podría quitar de mi memoria
esa tarde de fuegos encendida,
que dijiste vivir la dulce gloria
de sentir la pasión mas encendida.

Te entregaste con cálidas miradas
que brillaban serenas, cristalinas
el efluvio de rosas nacaradas
perfumaba tus formas tan divinas.

Nos amamos los dos con la creencia
que jamás el amor terminaría
que tendría la tierna fluorescencia
de lucero, que siempre brillaría.

Esta historia de amor y desvarío
es poema que guarda los instantes,
de los días bañados de rocío
convertidos en llamas palpitantes.

Olvidar de tu voz su melodía
que llenaba mi vida de consuelos
es querer opacar la luz del día
cuando brilla con luces de los cielos.

No sentir en mis manos la tersura
de tu cuerpo de blanca porcelana,
es tratar de quitarle a la Natura
la belleza que siempre nos desgrana.

Hoy tan lejos tu vida de la mía,
y perdido por cielo nebuloso,
un lamento tan triste de agonía
le dedico a tu amor, que fue grandioso.

Aunque nunca mis ojos han llorado
mi altivez ha cedido al desencanto,
al pensarte, del alma han brotado
los suspiros que llevan dulce llanto!!

Autor: Aníbal Rodríguez.