Orlando Silva

Quizás la culpa fue mía.

 

Sumergido en el ayer, hoy triste y devastado,
comprendí que el amor que una vez sentimos,
que juramos y sellamos con ilusiones,
nos quedó grande… Aquel que, con pasión,
frutos nos dio… Hoy nos azota,
ninguno pudimos valorarlo… Mantener su candor,
la desilusión y la agresión,
reemplazaron las ansias de amarnos.

 

Ya todo acabo, ha llegado el desamor,
tanto el tuyo como el mío… yacen muertos,
destruidos... sumergidos en el dolor.

 

La razón me dice que te olvide,
tu corazón hace mucho tiempo lo logro,
quizás nunca me amaste… Solo me quisiste,
aprendí de la tristeza, que me dio tu omisión,
para tu felicidad, tuve que darte riendas sueltas,
de ello aprendí a olvidarte.

 

Me acostumbre a tus desprecios… Te amé tanto, tanto,
que si algún día me acariciaras… ¡lloraría!,
sabes... no te culpo, quizás la culpa fue mía,
o tal vez nuestros destinos estaban ya marcados,
te deseo lo mejor, yo aprendí de ti.

 

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