jacinta ceballos

PUTA ll

En noches quietas

se espera un buen paseante

y fino señor

las horas sin raíces

y los sueños  sin  ilusión

cumpliendo el trabajo

con una lánguida sonrisa

lágrimas congeladas

abatida por el tiempo

prohibido el llanto

el ama estalla

de tanto dolor

que aprendió a sonreír

 

Púdranse las lenguas

que se mueven

contra esta faena

ha sido de muerte y escándalo

los placeres vacilantes

de damas de hierro

que quedan  en el olvido

siendo que han pagado

por gozo

de un buen placer.