Adrian Labansat

SIN NOMBRE

SIN NOMBRE

 

Sus labios verticales se abrieron para mis besos

bebí de su espalda hasta su intimidad más oscura

acaricié la espesura de sus valles

encontré evangelios en los perversos néctares del limo que humedecía entre sus piernas

mientras mis manos acariciaban el desfiladero de su pelo

donde lunas estancadas brillaban aquella noche

lentamente los gemidos de la cama se sosegaron

algo de esa humedad quedó yacido en nuestras manos

haberte sentido por lugares que ya no encuentro

convertida en transparencia que se impregna dentro,

donde puramente te sigo amando.

 

En mi piel crece un volcán nocturno

y el recuerdo de tu lengua es erupción sublime

mi carne ardiente algo pregunta

conmemorando dos cuerpos que fueron calcinados

tu ceniza se recuesta sobre la cama que permanece callada

miro tu silueta, evocaciones de fuegos que ardieron

quisiera volver a poner tu olor entre mis dedos

estirar el nylon que dividió tu monte

refrescar esta ansia alzada con tu boca

vertebrar este incendio a solas y volver sobre la invocación tu cuerpo.