Rosanna Moreda

Los versos de la nulípara

No son de rosa, miel  y nota
Son de hongo, ajenjo y latido



Nacidos del no-nacer,
sus llantos despedazan
la frontera con el mundo.

Rompen los gritos
que los señalan y obligan,
en añicos de dolor invertido.
Son como alimento de polilla
                     que marcan su presencia
                   con la huella que deja el agujero.

           A veces, también crecen.
      Como buenos vástagos del deseo más puro
          polimorfos en apariencia
     persiguen no obstante una causa común:
   perpetuar su guerra con el horror del  mundo.
            En una huelga eterna que busca
    descubrir el germen de la balanza quebrada
           donde se gesta la tiranía de la vida.
      Siendo por ello todo menos eso: versos.