INCERTIDUMBRE
Los ojos saborean el mosaico de colores del presente
que forzosamente se llama hoy y que ya es pasado
en blanco y negro, matiz mismo del futuro simultáneo
que se espera, que rueda con sus ruedas azarosas
de infinitos siglos sin esperar señales, ni causarlas,
sin esperar profetas, ni profecías acontecidas, que pasa
a través de ellas inmutable y al alzamiento de los ojos
mismos hacia la nada que es de nadie y que por ser de
nadie es incierta y pavorosa.
Podrán decir los ojos –estamos cansados- cuando lo
han estado, -estamos tristes- en la inmediación de una
tristeza imperecedera, o engañando a su estructura,
-estamos felices-, cuando no lo han estado.
Caminarán sus reflejos por senderos iluminados mientras
tengan lumbre y ganas, en el círculo de miedos y anhelos,
ciclo de vivir y de morir conjuntos, lo que es para el humano
vida, para el tiempo nada y para la vida definido tiempo.
Lebusla
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