Enrique Garcia

[ Apenas ]

Apenas una luz,

 en esta tarde,

me vino a visitar,

a la penumbra,

entre la bruma,

del vaho y los fantasmas,

los dos,

reconocimos nuestras almas.

 

Tu vienes,

desde el tiempo más lejano,

yo caminé‚

por la profundidad del tedio,

cada quien,

ofrenda sus espinas,

para sembrar,

 semillas del pasado.

 

Aquellos condenados,

que ora fuimos,

carne de desamor,

 y tragediantes,

edificamos sobre dolores,

llagas,

con eslabones,

de una cadena ingrata.

 

Siempre cabe,

un dolor en el olvido,

en el candor,

de un cielo imaginario,

o en el hueco,

con que la abierta mano,

me viene a reclamar,

con arrogancia.

 

Astillas fui,

de una precaria barca,

residuo vivo,

de mil tempestades,

con mi quimera,

recorrí cien mares,

y temo desplegar,

dos nuevas alas.

 

Aguja soy,

de brújula hacia el norte,

viajero,

proa puesta a nuevo puerto,

quiero volar, sin alas,

como pueda,

puedes volar, sin alas,

como quieras.