Leonor Cuevas Martín

Un tonto muy listo

 

Fui poeta tan solo por un día,

quizá el vino escribiera por mí.

Solo sé que las palabras sentí

hervidero extraño de mi hombría.

 

Miraba al cielo y me sonreía,

cogiendo el papel salía de sí.

La pluma fluía cual dentro de mí

y escribiendo bello me deshacía.

 

No pensé jamás que fuera capaz

de plasmar con pluma lo que pensara.

Acaso soy un tonto muy sagaz.

 

Del campo a la escuela poco paseara.

Nunca destaqué por ser tipo audaz,

aunque en prosperar siempre yo pensara.