Sepa usted que le quiero
como se quiere a la brisa,
como las aves quieren y desean el cielo.
Te quiero con lo efímero,
con el misterio,
con la magia,
con el alma,
con cada mísero suspiro que sale de mi boca,
con cada una de sus tormentas
y sus huracanes.
Te quiero hielo
y te quiero fuego,
conmigo,
y sin mí,
te quiero sonrisa
y te quiero lágrima,
como la mano vacía
desea estar entrelazada con otra,
como el desierto a las lluvias.
Te quiero,
más que ayer
y menos que mañana,
te quiero hoy,
pero ante todo,
te quiero, aquí, libre conmigo.
No te quiero con ataduras,
no te quiero con nudos,
ni con corazas,
no te quiero con muros,
ni a media asta,
te quiero completo,
de aurora a ocaso.
Porque yo soy así,
quiero con todo,
y del todo,
sin miedo,
porque sí,
porque así hay que querer,
porque si no es así,
nada se siente,
ni el vuelo,
ni la caída,
y no hay nada más valioso
que sentir.