cristopher271196

A un rostro iridiscente

 

Las ansias de vislumbrarte a diario

Enervan mi serena  actitud

Porque tu mirada tiene la virtud

De retumbar en mi pecho como campanario

 

El movimiento dorado de tu cabellera

Danzando confabulado con el viento,

Roba miradas al mundo, y a mí el aliento

¿Cómo detengo esta involuntaria embelesadera?

 

Tu alegría dadora de paz y sosiego

Es luz que llena recovecos oscuros

A donde huyen los sentimientos impuros

Que envenenan al corazón, y lo hacen ciego

 

Por eso pienso en tus ojos de oliva

Como la cura de todos los males,

Sanadores, pacíficos como pastizales

Y como puertas a un cuarto ignoto de la vida.

 

 

Naturaleza, con su pincel sintióse Salva

Decidida e inspirada miró al lienzo

Trazó con magia lo que a la pintura un verso

Y plasmó en él tu rostro de alba.

 

Así que miro al algodón azucarado de tus labios

Como manjar solo para dioses reservado,

Y aunque no soy un dios, soy poeta, aferrado,

A la certeza de la divinidad en un poema, pues es de sabios

 

Y con esta certeza inamovible, voy  decidido

Tras la empresa loable de un beso tuyo

Que sacuda mares o saque a una flor de su capullo

Para regresar el tiempo y  sentirme renacido.