Pluma Mistica

POEMA A LA HIJA AJENA

 Ojitos claros me miraron

Sonrisa amplia e inocente

Tu voz acarició mi ser dulcemente

Mientras mi nombre hacía ecos en tus labios.

 

Pequeña niña despertaste en mí

Un instinto maternal que desconocía

Y al quererte descubrí

Un hambre nueva jamás sentida

 

Tus abrazos en mi cintura

Me llenaron de ternura

Enamorando mis sentidos

Con gestos que se adueñaron de mi afecto.

 

Eres inspiración de estos versos

Que sin verte, te pienso

Y sin hablarte, te siento

Eres la inspiración que descubría

Mientras este instinto maternal de  mi emergía.

 

Eres hija ajena, pero te quiero como a mía

Cerrando mis ojos vuelvo a contemplarte

Aunque no seas parte de mi universo ni de mis días

Prometo mi niña jamás olvidarte.