El juego continua. En la mesa solo los dos. Hacemos una pausa, te invito un trago…
Volviendo al juego decidimos hacer un cambio. Sin razón alguna me levanto de la mesa y camino. El silencio en la sala retumba entre las paredes. Me preguntas que pasa y contesto fríamente que nada… de nuevo, el silencio gobierna…
Volvemos al juego. Al tomar las cartas siento que algo no anda bien. Decidido a seguir, reparto y seguimos con el juego. No hay palabras por ninguna parte. Nada tú. Nada yo. Apostamos el todo por el nada.
Una serie extraña de empates se presenta. No buscamos razones, no buscamos motivos. Buscamos seguir. Buscamos con el juego continuar…
~ “Misterios del Amor” /abr anguamea.